Municipio y elecciones por venir

Es opinión generalizada -dentro y fuera del país- que en Venezuela la democracia sufre hoy un acentuado des­crédito; no en su idea misma, tal cual la ha expuesto y reite­rado la Ciencia Política, sino en los términos efectivos como realmente se expresa su practica cotidiana.

No es mi propósito dis­currir acá sobre las razo­nes que avalarían ese descrédito; menos aun contras­tarlas con manifestacio­nes ciertas que hoy sirven para contra­rrestar cual­quier escepti­cismo al respecto y alimentar nuestra esperanza de que mas tem­prano que tarde volveremos a ser el país que fuimos de libertades cívicas y políticas. Digo, simplemente, que a la sombra de esta situación, y de cara al proceso eleccionario que se avecina, deberíamos emperiarnos más en la elabo­ración de una teoría pragmática sobre el futuro régimen municipal. Es decir, una teoría capaz de definir una pra­xis gubernamental y pública que estimule y permita la democracia. Para ello, basta­ría recordar palabras de Salvador Giner cuando dice:

“No por casualidad la pala­bra idiota proviene de la grie­ga idiotez, que en las ciuda­des democráticas helenas sig­nificaba ciudadano pasivo, indolente, privatizado y desin­teresado por la vida pública y por los problemas que afecta­ban a su patria. Por decepcio­nantes que sean las democra­cias de hoy y por impotentes que nos sintamos a veces fren­te a sus fallos y carencias, no es digno de seres libres y ra­cionales que abandonemos nuestro derecho a participar en ellas. Que la democracia sea el menos malo de los regi­menes políticos posibles no justifica ni imestra pasividad ni nuestra complacencia. Nuestra dejadez no seria bue­na para su porvenir, ni tampo­co para el nuestro y el de nuestros hijos" (Salvador Gi­ner, Carta sobre la Democracia. Ariel Barcelona, 1996: 28)

Dr. Oscar Gómez Navas
*Asesor de la Comisión de Urbanismo
Correo del Ávila
Informe Control Urbanístico
Año 2/ Nro 95
04/04/2008